Reflexión sobre el legado político de Fujimori
Reflexión sobre el legado político de Fujimori y la situación actual de Perú
Desde que comenzó la crítica hacia el expresidente Alberto Fujimori, hemos visto cómo una serie de gobiernos que se oponen a su legado han fracasado en traer estabilidad o desarrollo. Se ha establecido un discurso donde Fujimori es constantemente señalado como el culpable de los problemas actuales, a pesar de que han pasado más de 20 años desde su gobierno. Sin embargo, los mismos críticos parecen disfrutar del sistema que él ayudó a construir, guardando silencio cuando les conviene. ¿Cómo no darse cuenta de esta contradicción?
A menudo, vemos a personas mayores haciendo preguntas simplistas sobre por qué las autoridades actuales no toman acciones decisivas. La respuesta es clara: se trata de una cuestión político-ideológica. Hasta un niño puede distinguir entre una verdad y una mentira, pero algunos prefieren ignorar la realidad.
Un tema alarmante es la reciente proliferación de “incendios forestales”, que, en muchos casos, podrían no ser más que atentados disfrazados, perpetrados por una minoría extremista que busca sembrar caos y venganza. Esta facción de izquierda radical, que no logró imponer su voluntad con protestas como las de Lima y Puno, ahora utiliza las quemas intencionadas para desacreditar al gobierno y desestabilizar aún más al país. De hecho, estas acciones coinciden sospechosamente con eventos importantes como la cumbre de APEC y la muerte de Alberto Fujimori.
Estos incidentes, que algunos intentan disfrazar como accidentes naturales, son parte de una estrategia para debilitar al actual gobierno, acusándolo de ineficiencia. El objetivo final es cobrar una “venganza simbólica” contra el legado de Fujimori, un presidente que, a pesar de las controversias, fue quien reformó profundamente el sistema peruano. Sus enemigos parecen incapaces de dejar atrás ese rencor, y el país sufre por ello.
La política no está llena de coincidencias. Todo está conectado. Mientras unos aprovechan cualquier oportunidad para generar caos, los peruanos de bien debemos recordar que el país ha superado adversidades mayores. La recuperación vendrá, pero los que han trabajado en contra del progreso de Perú, esos que en su momento votaron por líderes como Toledo, Paniagua, Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Vizcarra y Sagasti, luego lo peor que nos ha pasado a un don nadie como Pedro Castillo y ahora critican la gestión actual, están cayendo en su propia trampa.
Es lamentable que muchos no escucharan las advertencias en su momento, como cuando varios advertimos sobre irregularidades en el proceso electoral. Ahora, los mismos que guardaron silencio pretenden reclamar. Pero ya es tarde. A aquellos que han contribuido a la situación actual les toca reflexionar sobre su responsabilidad. Y quizás sus lágrimas sean las que ayuden a apagar esos “incendios” que tanto daño han hecho al país.
Conclusión:
En este contexto, es esencial preguntarnos: ¿Estamos siendo objetivos al analizar la historia y la situación actual de Perú? ¿O nos estamos dejando llevar por ideologías que nos impiden ver la realidad de manera clara? No se puede ignorar el legado de un líder como Fujimori sin antes comprender su impacto real, tanto positivo como negativo. Tampoco se puede negar la responsabilidad de aquellos que hoy buscan destruir lo que fue construido en lugar de trabajar hacia un futuro mejor.
Esta es mi opinión Personal. Te guste o no.
Demóstenes Valera